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Prevención, detección y control: lucha contra el cáncer de mama

El cáncer de seno se origina cuando las células en el seno comienzan a crecer en forma descontrolada. Estas células normalmente forman un tumor que a menudo se puede observar en una radiografía o se puede palpar como una protuberancia (masa o bulto). El tumor es maligno (cáncer) si las células pueden crecer invadiendo los tejidos circundantes o propagándose a áreas distantes del cuerpo. El cáncer de seno ocurre casi exclusivamente en las mujeres, pero los hombres también lo pueden padecer.

Detectarlo oportunamente es posible si te realizas el autoexamen periódicamente.

¿Sabes cómo? Nosotros te explicamos:

  • Pon tu mano derecha por detrás de la cabeza. Con los dedos del medio de la mano izquierda presiona suave pero con firmeza haciendo movimientos pequeños para examinar todo el seno derecho.
  • Luego, estando sentada o de pie, palpa la axila, ya que el tejido mamario se extiende hasta esta zona.
  • Presiona suavemente los pezones, verificando si hay secreción. Repite el proceso en la mama izquierda.
  • Utiliza uno de los patrones que se muestran en el diagrama para constatar que esté cubriendo todo el tejido mamario.
  • Luego, párate frente a un espejo con los brazos a los lados.
  • Mira los senos directamente y en el espejo. Busca cambios en la textura de la piel, como hoyuelos, arrugas, abolladuras o piel que luzca como cáscara de naranja.
  • Igualmente observa la forma y el contorno de cada seno. Revisa si el pezón está hundido.

La detección temprana es la clave para combatirlo… Y tú, ¿ya te hiciste el autoexamen?

 

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